Dreag nos narra esta batalla entre sus fuerzas de Gondor y los haradrim con el mumak a la cabeza.Para verlo pincha en Leer Más.
Théoden, Rey de Rohan, mandó emisarios a Gondor, para informar sobre los planes del Sauron sobre ambas tierras, el reino de los hombres.
Pero unas flechas en la distancia abaten a aquellos rohirrims a las puertas de Gondor. Ingold, informa rápidamente a su senescal, y éste último decide actuar inmediatamente, y decide acudir él mismo con su hijo y sus guerreros a recoger aquel objeto, ahora situado en tierra peligrosa. Aquella información de vital importancia no puede recaer en manos del enemigo, es preciso abatir aquel ejército que se avecina en la neblina. Harad. Decenas de hombres avanzan hacia aquel objeto, rápidamente, sabiendo que es peligroso acercarse tanto a Gondor, pero para ello traen consigo un...mumak de guerra.
- “No hay tiempo para armarse si quisiera, seguidme, hemos de salvar a los hombres y tú hijo mío vendrás conmigo.”
Tras estas palabras del senescal, la batalla pedía comienzo, la perdición de Gondor estaba en juego.
Objetivos
Conseguir recuperar ese objeto e intentar sacarlo por el mismo borde del campo de batalla, esos son los objetivos prioritarios para que un contendiente se alzase victorioso. Por no contar la destrucción de Gondor, objetivo prioritario del Señor Oscuro.
Reglas especiales:
La tan preciada información se considera un objeto pesado, es decir, se regirá por las reglas de la página 72 del manual.
Contendientes:
- Por el bando de la oscuridad combatió Paloji con su mumak, 12 arqueros en la cesta y 25 haradrims a pie.
Una gran sombra avanzaba desde el sur...cuidado, mumak.
- Por el bando de la luz combatió Dreag con Boromir a caballo, Denethor, y guerreros de Minas Tirith, guardias del patio del manantial, guerreros de Dol amroth y montaraces de Ithilien.
¡Firmes, aguantad sin temor! ¡Por Gondor!
LA BATALLA
Turno 1:
La iniciativa recae en mis manos y ordeno que mis tropas avancen rápido hacia nuestro objetivo prioritario, es vital recogerlo y salvarlo de las manos de Sauron, por el bien de mi pueblo y de la Tierra Media. Mi padre muy mermado, no da signos de empeoramiento, su ayuda en el campo y en la moral de los hombres es imprescindible, el enemigo acecha con su poderoso mumak de guerra, imitando nuestra táctica en batalla.
Harad por tanto, sin andarse con tonterías, avanza lo máximo posible, sus arqueros buscan mi montura por lo que me quedo a cubierto, acechando desde la cobertura, un ataque sorpresa es lo que menos esperan, mi movilidad me permitirá llegar rápido en combate.
Los arqueros de Gondor, lanzan una andanada, que impacta en un arquero haradrim del castillo, pero debido a la gran distancia, la flecha no impacta con la suficiente fuerza como para derribarlo.
Me resguardé de las flechas haradrims, y esperé el momento oportuno en el que debía actuar.
Turno 2:
La iniciativa vuelve a recaer en nuestras manos y nuestras tropas avanzan corriendo posicionándose cerca del objetivo para poder recogerlo en el próximo asalto. Tras esto, las tropas de Suladan, se posicionan para combatir, pues dan por perdido el objeto ya casi capturado por los hombres del árbol blanco.
A mi orden, ¡Disparad!, los montaraces de Ithilien y los arqueros de Minas Tirith sueltan una ráfaga de flechas en la primera línea de los haradrim, que logran acabar con la vida de nada más y nada menos que 4 sureños. La cosa iba bien, pues no solo había causado 4 bajas de golpe, pues el ejército enemigo no era muy numeroso, sino que nuestro contingente no sufrió pérdida alguna, pero concienciados estabamos que muchos moriríamos defendiendo nuestro pueblo, pero no nos importó.
Turno 3:
Otro estupendo golpe de suerte, y la iniciativa más importante de la partida, es para Gondor.
Mi padre, Denethor, empieza a recaer y se tiene que parar. Atendido por sus guardias, logra seguir en batalla.
Tras coger nuestro importante objeto dos de nuestros soldados, mis arqueros rociaron al enemigo de más flechas y matan a 3 hombres más.
Todo iba sobre rueda, pronto mi pueblo estaría a salvo del peligro.
Nuestros feroces guerreros, ganaron todos los combates, y lograron infligir una baja más en el bando enemigo.
- ¡A por ellos! – Se oyó en las filas de Gondor, la victoria estaba muy declinada, solo teníamos que evitar ese poderoso mumak, y cerrar nuestras filas, para dejar tiempo de escape a nuestros mensajeros, pero la cosa estaba por ver.
¡A por ellos! La batalla envuelta en un manto rojo de sangre.
Turno 4:
Las cosas iban estupendamente, y más cuando consigo la iniciativa de nuevo.
Mis mensajeros huían raudos hacía lugar seguro, pero los arqueros del sur, motivados, apuntando bien, lograron acabar con ambos, y la cosa se ponía difícil, tendría que ordenar a los arqueros, rápido, que interceptaran el objeto.
Si las cosas se empezaban a complicar con la muerte de los mensajeros, más aún, cuando Denethor recae en el campo de batalla, su voluntad queda minada, y los haradrims entran fieramente en combate. El mumak se mueve....El terror estaba ahí, cuando 5 de mis guerreros caían aplastados por las patas del mumak, avanzando sin temor ni compasión, la batalla había empezado.
La confusión de los combates y el miedo que había producido aquella máquina de matar, hizo que los arqueros se atemorizaran y todas sus débiles flechas impactaron contra aquel armatoste, como si fueran plumas.
Denethor y sus guerreros, acabaron con dos haradrims más, el pueblo necesitaba mi ayuda, no podía seguir allí mucho tiempo más, sufriendo ante la muerte de este, mi pueblo.
Mucha muerte en apenas segundos, esa máquina imparable avanzaba sin compasión pisando cualquier cosa que se moviera.
Turno 5:
El destino había vuelto a querer que yo obtuviese la iniciativa. Confuso, me quedé paralizado allí, viendo como mi padre perdía el sentido y se abalanzaba peligroso ante sus hijos y no solo con eso, pues el capitán del mumak, ordenó anteponerse a nuestra carga y la sangre sembró el campo de batalla. En el suelo, se podía contemplar lo que quedaban de 10 valientes hijos de Gondor, y 3 desafortunados sureños, su vida desparramada por los planes de su capitán y las órdenes de Sauron, pues apenas le importaba al Señor Oscuro nada más que su objetivo.
Los disparos de ambos bando se pierden en el fragor de la batalla. Ambos bandos desmoralizados, no sabían como actuar.
Denethor, envuelto en locura, se abalanzó sobre 2 de sus guerreros y los mató. Aparte el turno se acabó con dos muertes más, una por cada bando.
En aquel instante, desperté, y sin dudarlo me decidí a salir, mi vida no importaba nada, solo bajaría una moral ya baja, preparé el caballo, monté y fui directo a la ayuda de los míos.
Habían caído muchos hombres y esa bestia seguía avanzando...
Turno 6:
Las cosas estaban fatal, perdí por primera vez la iniciativa del turno, en el peor momento de la batalla, pero estuve allí cuando más me necesitaban.
Reté al comandante de aquella bestia, uno de los dos sería más rápido y tras un gran grito, me dirigí rápido hacia el mumak, aumentando con ello el valor de mis tropas, al grito de ¡Seguidme!, los gondorianos se apresuraron al combate y mi padre, volviendo en sí...manchado con la sangre de sus propios soldados, volvió a razonar y fuertemente atacó al mumak de Harad y tras él, respaldado por un lancero y 2 valientes súbditos de Gondor.
Pero la cosa estaba mal, los arqueros se inclinaron en la cesta, y me apuntaron. Mi vida corría peligro, dos potentes flechas se impactan en mi pecho, y una de ellas logró traspasarme la armadura, pero eso no me supuso miedo alguno y sin pensarlo asesté al mumak 2 heridas en su pata, y otra herida más recayó en su otra extremidad, gracias a mi senescal.
Mis arqueros abatieron a dos de esos mortíferos arqueros de aquella cesta, y el capitán asustado, se puso nervioso, y el mumak se descontroló.
En el frente de batalla, un valiente guardia de Denethor murió a la par que otro sureño.
Habíamos logrado poner a salvo el objeto, herir a aquella mole y destrozar su ejército principal, la victoria estaba cerca, pero aún había cosas que ver y más vidas que seguirían perdiéndose.
Había que solventar los quebraderos de cabeza que daba el mumak a mi ejército.
Turno 7:
La iniciativa es de Harad, pero lo impedí con potentes palabras, inmovilizando todo aquel ejército oscuro. El mumak retrocedió en estampida y tras ellos 3 arqueros de la cesta cayeron y sorprendentemente y afortunadamente para ellos, lograron salvar la vida. Los mensajeros están cerca de los muros, dónde pondrían a salvo aquella preciada información.
La línea gondoriana, salpicada en sangre, se mantenía fuerte, pero un indigno montaraz de Ithilien huyó y se perdió en la inmensidad de un pantano cercano.
Mi padre y yo, nos ocupamos de los pocos haradrims que quedaban y seguimos matando a destajo, sin piedad con aquellos que traicionaron a los de su raza, el reino de los hombres.
Mi padre, calmado, sonrío, los deberes estaban hechos.
Sorprendentemente, los haradrims seguían con vida tras esa gran caída, magullados en el suelo gritando de dolor.
Turno 8:
La iniciativa era mía y me abalancé contra los pocos haradrim que quedaban.
El mumak, volvió a la carga, ya calmado por sus 3 heridas, esto provocó que muchos de mis arqueros huyeran, mientras que los valientes mensajeros seguían su camino, estaban cerca.
Los dos ejércitos desmoronados y envueltos en sangre estaban en las últimas.
Apenas quedaban contendientes en ambos bandos, los ejércitos totalmente desmoronados.
Turno 9:
Cansados y sin sus armaduras para hacer más cómoda la carrera, llegaron los arqueros con aquella pesada carga. Conducidos por Ingold, el capitán de Gondor encargado de proteger los muros del Rammas Echor, los recibió y puso a salvo lo que tanto esfuerzo había costado. Soltando una flecha de fuego al aire y comunicándome la adquisición de tan preciada información, se terminó la batalla.
Alzando la espada, repleta de sangre... -¡Por Gondor!
Los pocos que quedamos, desenvolviéndonos de nuestras pesadas armaduras y curando nuestras molestas heridas, nos decidimos a regresar a casa, con la moral alta, contentos de haber salvado lo que más queremos, a los nuestros, nuestros amigos y familiares, mi pueblo, Gondor.
Los pocos esbirros de Harad que podían moverse huyeron tras su olifante. A los que quedaron, les ayudamos a levantarse, mostrando perdón y tolerancia hacia ellos, no volverían a amenazarnos, aquellos hombres habían dejado de servir a Sauron.
Los arqueros cumplieron su deber, y pusieron a salvo lo que tanto sacrificio había costado.
Solo quedaba huida para los esbirros de Sauron, habían fracasado. Pero Gondor seguirá sin vivir tranquilo pues este solo es una mínima parte del gran ejército de Mordor que está ya a las puerta de Minas Tirith.
CONCLUSIONES
Conclusión Dreag:
¡Victoria! Estaba deseando jugar este escenario. Tengo una espinita clavada y quería quitármela. Es el mismo que perdí en el torneo II de Akira, justamente todo igual, excepto un mínimo cambio de escenografía y cambio de contrincante, así que ya sabía lo que me esperaba y como afrontarlo. La idea era la misma que aquella tarde, retener al mumak con mi tropa e irme corriendo con la carga, (lástima que en el torneo me equivoque de lado para salir con ella xD), es lo único que se me ocurre para enfrentarme al mumak, centrarme en el objetivo y entretener a quien amenaza realmente a ese objetivo. Quizá hice mal escondiendo a Boromir, pero no quería que lo apearan de su corcel, que me sirvió para enfrentarme al mumak cómodamente.Creo que con mi táctica a seguir y mi increíble suerte en la batalla, he obtenido una merecida victoria.
No os aconsejo que luchéis contra el mumak, porque en un turno, os deja sin medio ejército y lo pasas realmente mal, los disparos no sirven, pensaros bien el ejército antes de enfrentaros a aquella mole, que como veis es muy peligrosa...
Respecto al informe, he probado una nueva forma de hacerlo, así tipo historia, tipo diario, simplemente para disfrutar haciéndolo ^^. Paloji te toca!
Conclusión Paloji:
Estaba claro que el escenario no favorecía nada a mi ejército, él con Boromir a caballo siempre podría llegar al objetivo antes que yo. Al ver que el escondía a Boromir tras las rocas, ocultándolo de mis arqueros, decidí avanzar al mismo ritmo de 14cm que él y mantener a salvo al Mumak tras mi infantería, y jugármela en el turno decisivo al llegar parejos al objetivo. Dreag tuvo la suerte de ganar todas las iniciativas menos una y por supuesto, la iniciativa que le hizo llegar al objeto antes, y a partir de ahí todo fue historia. Si jugara ahora el mismo escenario no lo haría de la misma manera, a diferencia que mi contrincante no era la primera vez que se enfrentaba a este escenario contra el Mumak, y eso se nota, (su suerte se nota también). Ahora pienso que hubiera sido mejor lanzar al mumak directamente contra su infantería por un lado, arriesgándome a que se volviera loco presa de sus heridas, pero pudiendo también liquidarle medio ejército antes de que pudiera llegar al objetivo, mientras mi infantería avanzara por el otro a por el objetivo. Los dados tampoco acompañaron así que creo que tiene una justa victoria.
Resumen de la batalla. Disposición de ejércitos y acontecimientos.
Con este artículo Dreag consiguió la victoria en la competición oficial de La Guerra del Anillo titulada "Mejor Informe de Batalla", celebrada en enero de 2006.
UH, UH, UH ... y el -1 pa mí!!
xD
Salu2.paloji
sobre todo as logrado ambientarlo adecuadamente, te as metido en la historia,felicitaciones
Una preguntilla: ¿por qué caen los tres arqueros haradrim cuando el mumak sale en estampida? (es que todavía no domino muy bien sus reglas). Gracias y enhorabuena.
Por otra parte, opino lo mismo que Elessar17, se repite mucho el esquema Gondor-Mordor-Harad, pero bueno, ya que os tomáis la molestia de hacerlos, hacedlos como os parezca, que seguiré leyéndolos y disfrutándolos igualmente.
Un Saludo y Gracias por estas maravillas