Yo también he conseguido acabar mi compañía.
El Desafío Mayo 2024
Una compañía de Jinetes del Khand, seis Variags montados en sus corceles oscuros, uno con estandarte, otro con lanza y cuatro arqueros.
El Desafío Personalizado
Más conversiones, y más minis de marcas alternativas. Para empezar las marcas, hay cuatro de Fireforge Games, de la Horda Mongol, además de dos Caballeros húngaros de Ebob Miniatures, unas piezas bastante complicadas de conseguir y que tengo desde hace muchos años. Las de Fireforge son de plástico, y las de Ebob de metal.
Y luego además he estado haciendo conversiones para que sean más parecidos a los Jinetes del Khand de GW. Para empezar cada jinete lleva una banderola clonada en metal por un amigo, también he clonado, con masilla verde, los soles de los carcajs de los jinetes, además de recolocara algunos caballos para ponerlos encabritados y cambiar armas de los Variags.
Por último un poco de historieta, el trasfondo de mi compañía de este mes.
Siempre se ha dicho que los mejores jinetes de la Tierra Media son los valerosos Rohirrim, dueños de unos équidos excelentes, jinetes desde muy jóvenes y especialmente diestros en el arte de montar a caballo… siempre se ha dicho eso… pero también es sabido que la historia la escriben los ganadores, y en este caso también ha sido así, ya que los cronistas de los hombres, enanos y elfos obviaron a los jinetes al servicio de Sauron y sus secuaces, y sin desmerecer a los Caballeros de Minas Morgull o a los Hombres del Este que manejaban a su antojo esas fuerzas acorazadas que eran los Catafractos, hay que hablar, y muy bien, de los Variags, una raza de hombres que habitaron las tierras del Khand, situadas al sudeste de Mordor, y que participaron en algunas importantes batallas como la de los Campos del Pelennor, además de otras contra Gondor, cayendo derrotados por estos en la Batalla de los Cruces del Poros.
Los Variags siempre fueron unos hombres fuera de lo común, fuertes, no muy altos, morenos de piel, generalmente con grandes mostachos, gustaban de usar hachas en el combate, siendo muy duchos en el arte de la guerra, pero sobre todo son unos jinetes excelentes.
Señores de la guerra montados siempre en corceles de gran porte, oscuros por no decir siempre negros y muy muy rápidos.
Sus señas de identidad eran un sol amarillo sobre un fondo rojo, y solían vestir ese color en ropas, combinado con el negro, además de que les encantaban las joyas doradas, que solían exhibir en sus vestimentas.
Se sabe a ciencia cierta que los Rohirrim los tenían en alta estima en cuanto a enemigos, ya que eran excelentes jinetes, e incluso algunos pasaban a engrosar las historias de Rohan, como es el caso de Vlates III, uno de los más temibles reyes del Khand, feroz guerrero y fenomenal jinete de carro de combate tirado por dos corceles. Bajo su mando llegaron las mayores victorias de los Khandianos, y fue ahí donde Sauron se decidió a incorporarlos a su ejército, para desgracia de los Variags.
En nuestro caso hablaremos de varios jinetes del Khand, concretamente un grupo de seis que viaja por las estepas cercanas al río Auchel, al norte del reino humano y ya cerca de las inmediaciones de Mordor, hacia donde viajan para unirse al ejército de Sauron.
Ruditeg es el que encabeza a la avanzadilla de, como ya hemos comentado, seis jinetes. Es un avezado jinete, y sobresale de entre sus hermanos. Le acompañan en esta misión Gürtreg, Genhger, Khantreg, Khan-Goleg y el abanderado Ösliger.
Llevan un cinco de días de viaje desde Sturlutsa Khand, ciudad principal desde donde partieron con las órdenes directas de Vlates III de llegar a Mordor a la mayor brevedad y entregar un comunicado a Sauron, en el que, aunque ellos no lo saben, el Rey de los Variags se postula a ayudarlo en la lucha contra los Rohirrim y Gondorianos.
A pesar de la cabalgata que llevan los descansos están siendo reparadores, no solo para los jinetes, sino también para los caballos, que con esta abundante hierba alta verde que hay en los valles circundantes del Auchel les proporciona un alimento rico en energía para el viaje que están realizando.
Se saben ya cerca de su destino y están contentos de ser la avanzadilla de su marea roja y negra, que sin duda, piensan, les sigue a uno o dos días de distancia, es por ello que se animan a cantar viejas historias de batallas que cantan los viejos en las ciudades, antiguas cántigas semi olvidades que hablan de los antiguos días cuando los Variags eran respetados y conocidos por toda la Tierra Media como criadores de caballos y excelentes jinetes, algo que ahora parece haberse olvidado, y que los orgullosos Variags quieren recuperar, y para ellos muestran sus banderolas a la espalda con el sol dorado sobre el fondo rojo sangre, además de que Ösliger lleve uno de los tres pórticos estandarte del Khand, compuesto por 6 borlones rojos que hacen referencia a las victorias en grandes ciudades que Vlates III ha logrado en los últimos años y que acrecientan la fama de estos jinetes.