Karavatis nos relata en este informe de batalla una refriega entre orcos de Moria y un contingente de Minas Morgul y Cirith Ungol en los lindes de Fangorn.
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Capitanmanu se presenta al frente de su ejército de Mordor, con tropas de Minas Morgul y Cirith Ungol comandadas por Shagrat y un Mariscal Númenóreano negro, mientras en frente Dûrburz junto al capitán orco de Moria Bölgog y un Troll de las cavernas comandados por karavatis intentarán dar cuenta de sus enemigos en una lucha que se celebra al atardecer en un claro de las inmediaciones de Fangorn.
Desde que Durbûrz ascendiera a Bölgog hace ya un tiempo al grado de capitán de parte de su vasto ejército de orcos, las cosas no le iban demasiado bien al soberano, y el valor y astucia del joven Bölgog iba en aumento al igual que la admiración entre las tropas, lo cual suponía un problema para la jerarquía orca, y es que Durbûrz no quería dejar de ser el dueño y señor de los orcos de Moria, por mucho que Bölgog tuviera parte de la culpa no de que fuera el caudillo, sino de mantenerlo ahí sin problemas de importancia.
Sabido era en las cercanías de Moria que poco a poco Durbûrz, con la ayuda de Bölgog iban aumentando su radio de acción, y no sólo por las cavernas y túneles internándose en zonas más oscuras y lejanas y ganando territorio a otros clanes orcos, sino que también estaban comenzando a dejar la seguridad de los laberintos excavados en la roca para realizar pequeñas escaramuzas en el cercano bosque de Fangorn, siempre con objetivos pequeños. La intención de Durbûrz es ir añadiendo posesiones a su reino, para conseguir mayores favores de Sauron, al que por su puesto se debe en cuerpo y alma, aunque no al 100 %. Y es que Durbûrz no es un orco cualquiera, su astucia y su inteligencia, inaudita para un orco de Moria, unido a su espectacular físico le han valido durante muchos años ser el único rey conocido de orcos.
Con la intención de controlar a Bölgog parte hacia Fangorn al mando de un pequeño grupo de orcos compuesto por 33 guerreros de los mejores al mando de su gran capitán Bölgog, llevando también consigo a su Chamán particular, Izco el Vidente, y de dos merodeadores, además de su última adquisición, un Troll de Moria, capturado por Bölgog no hace mucho y que parece haberse integrado bastante bien en el seno de la horda moriana.
El viaje había sido tranquilo mientras discurría por las cavernas y túneles laberínticos del interior de Las Montañas Nubladas, ya que es un territorio que controlan estos orcos desde hace ya bastante tiempo, a la salida del cobijo que presta esta cordillera las precauciones se extreman, y los merodeadores y un par de orcos de la tropa van de avanzadilla por si hubiera humanos o elfos en las inmediaciones, ya que en estos días que corren hay muchas tropas enemigas que patrullan aún dentro de Fangorn, y nos en la intención de Dûrburz el darse a conocer antes de tiempo y perder el factor sorpresa antes de una batalla o de una escaramuza.
Tras haber hecho una parada justo al borde de un pequeño claro muy cerca del borde de Fangorn, pero ya dentro del bosque, parada que respondía no sólo a tomar un descanso, sino también a evitar la mañana para cruzar este claro, ya que no tenía la más mínima intención de rodearlo, pero tampoco de exponerse a ser visto por posibles enemigos, es cuando llegan dos de los orcos apostados como centinelas, un merodeador y un guerrero.
Ambos llegan muy atormentados, e informan en un primer momento a Bölgog de que han visto avanzar a un grupo de seres que no conocen bien, aunque no les parecen humanos ni elfos. Bölgog decido poner en conocimiento de los hechos a su rey, y preparar una estrategia para atacar al grupo, pero antes hay que asegurarse que no sea una avanzadilla de algo mayor, y de que se les puede sorprender.
Los ojos de Dûrburz brillan de codicia ante la posibilidad de capturar nuevas tropas para su ejército, y si son desconocidas y poderosas mejor, pues esto dará más renombre a su horda moriana, sin embargo también es consciente del peligro que conlleva enfrentarse a seres que no conoce, así pues dispone sus fuerzas para atacar, pero se reserva el cuándo y sobre todo el cómo. Primero quiere conocer de primera mano con qué se va a enfrentar.
Y lo que ve no sabe cómo interpretarlo, hay 36 seres que venían en perfecta formación de combate, por lo que rápidamente se dio cuenta que el factor sorpresa dejaba de ser una baza, por alguna circunstancia al igual que ellos sabían de la existencia de ese grupo, ellos también habían detectado su presencia. Lo que Dûrburz ignoraba era que lo que tenía en frene era un grupo procedente de Mordor y comandados por el peligroso Shagrat, a su lado un magnífico orco de Mordor portaba un estandarte con el símbolo de la fortaleza de Minas Morgul. Acompañaban a estos dos seres 16 orcos de Mordor más y un total de 12 rastreadores. Para completar esta magnífica tropa un Mariscal Númenóreano negro y cinco Númenoréanos negros. De todas formas todo esto escapa al conocimiento de Dûrburz, que apenas si conseguía a comprender que allí en frente había orcos de Mordor, porque hace muchos años estuvo cerca de Mordor y vio seres parecidos a los que ahora tenía delante. Pero a los Númenoréanos no conseguía ubicarlos, eso sí, presentía que la lucha sería larga, cruenta, y quizás demasiado peligrosa, pero era un riesgo que estaba dispuesto a asumir, ya que de conseguir la victoria obtendría un botín muy interesante.
TURNO PRIMERO
Dûrburz, consciente de que había perdido el factor sorpresa optó por agrupar sus fuerzas, y mandó formar en cabeza a los arqueros, flanqueados por los dos merodeadores, detrás iban los guerreros orcos con escudo, y en última fila los lanceros. Detrás se quedaban tanto él como Izco el vidente, a su izquierda, y a su derecha el magnífico Troll. Bölgog se hallaba insertado entre los lanceros a fin de dar las órdenes pertinentes.
Por su parte Shagrat, que sabía que lo que tenía en frente eran simples orcos de Moria dividió su grupo en tres secciones, en el centro, y tras los cinco Númenoréanos Negros y una línea de orcos con lanza, se colocaba él mismo, junto al estandarte, y el Mariscal Negro. A su derecha los rastreadores desplegaban fieros con sus arcos, y a la izquierda el resto de orcos.
Los orcos de Moria toman la iniciativa y avanzan manteniendo la formación. En frente también las tropas de Mordor también avanzan, un orco acompaña al portaestandarte que deja la seguridad de los Númenoréanos Negros y se disponen a apoyar al grupo de orcos que avanza por la izquierda.
A una orden de Dûrburz sus arqueros lanzan una andanada de flechas tras lanzar Izco el Vidente un grito de furia que da valor a todos los demás orcos (Hechizo de Furia). Sólo dos flechas llegan a impactar, pero no hieren de gravedad a ningún rastreador enemigo. Por su parte los rastreadores no esperan señal de Shagrat y ante la andanada enemiga responde con otra, impactando a tres orcos y consiguiendo abatir a un guerrero orco, primera víctima de esta batalla.
TURNO SEGUNDO
Los orcos de Mordor toman la iniciativa y siguen avanzando, los rastreadores avanzan menos para asegurarse una posición cómoda de cara a realizar disparos. Por su parte los morianos siguen avanzando buscando el enfrentamiento directo, pues Dûrburz sigue pensando en la valía de sus tropas.
Nuevamente los rastreadores lanzan una andanada consiguiendo impactar en cuatro orcos y logran matar a otro orco, en este caso el caído es un arquero. Ante la nueva andanada Bölgog ordena a sus arqueros que apunten la andanada al centro, a los Númenoréanos negros, consiguiendo impactar con cuatro flechas, pero no consiguen herir a ningún enemigo.
TURNO TERCERO
Los morianos recuperan la iniciativa y Dûrburz decide abrir a los arqueros en su avance para dejar paso a los guerreros y aumentar el frente de su ataque. Por Mordor los rastreadores y el resto de tropas siguen su avance. Los arqueros morianos disparan sus flechas, pero no consiguen víctimas.
Por su parte sus enemigos logran abatir a dos arqueros morianos más tras lograr hasta 7 impactos claros.
TURNO CUARTO
Tras unas dudas es Mordor quien avanza primero (6 a 5 en los dados), formando en U los rastreadores de la derecha y preparándose para disparar, el resto avanza hasta quedarse a unos metros de los enemigos por el centro, y llegar a cargar por la izquierda.
Dûrburz ordena que el Troll apoye el flanco que ha quedado trabado en lucha, mientras el centro se abre y Bölgog es mandado a apoyar al flanco izquierdo. Ante la proximidad los rastreadores logran impactar en 7 enemigos y eliminan finalmente a otro arquero. Por parte de los morianos siguen sin afinar demasiado y no logran víctimas.
En los combates de la zona izquierda de Mordor caen un contendiente por cada bando, ambos guerreros con escudo.
TURNO QUINTO
De nuevo Mordor vuelve a tomar la iniciativa por poco (otro 6 a 5 ajustado) y vuelven a trabarse en combate por su flanco izquierdo, mientras los rastreadores quiebran hacia el centro manteniendo la formación, hecho que aprovechan los orcos de Moria para trabar a tres enemigos en combate, por el centro los orcos tienen que superar el miedo (Consiguen superar el chequeo de valor uno de tres atacantes) y se traba un guerrero con un Númenóreano Negro, esa bestia gigante que causa terror a los ojos de los valientes morianos, que a pesar del terror que les pueda causar semejante bestia saben que tienen detrás algo más terrorífico: a su propio caudillo, Dûrburz, el cual no tendría piedad con ningún indeciso.
En los disparos los de Mordor logran eliminar al orco colocado justo junto a Bölgog, que ni se inmuta cuando lo ve caer muerto al suelo, con una flecha en la cabeza. Los morianos impactan en los Númenoréanos pero no consiguen atravesar la coraza que les cubre.
En los combates Shagrat toma parte en la lucha y elimina fácilmente a un enemigo, mientras uno de sus discípulos hace lo propio con otro moriano. Sin embargo un pequeño orco logra abatir a un enemigo de Mordor lo cual causa un efecto inmediato de gritos en el bando de las profundidades.
En el flanco contrario un enemigo de cada bando es eliminado, y por el centro los Númenoréanos dan cuenta de dos orcos, uno de ellos eliminado por el Mariscal Negro.
TURNO SEXTO
En esta ocasión Moria logra la iniciativa, y viendo cómo sus tropas parecen indecisas el propio Dûrburz toma el mando y sin reparos se traba en combate con un Númenóreano negro (pasa el chequeo de valor sin problemas), le siguen dos guerreros que venciendo el miedo y viendo el arrojo de su rey, se lanzan a por el Mariscal Negro. En ambos flancos se producen múltiples cargas, quedando Shagrat trabado con el magnífico Troll de Moria.
En esta ocasión, y ante el fragor de la batalla nadie consigue acertar con los disparos.
Por uno de los flancos un rastreador de Mordor es abatido por un moriano, en el otro flanco el Troll es hecho retroceder por Shagrat, que sin embargo no logra herirlo. Y en el centro un arquero de Moria tensa su arco y consigue herir al Mariscal, que echa mano de su capacidad de sufrimiento y logra ponerse de nuevo en pie (Gasta un punto de poder para contrarrestar la herida sufrida), y mata al moriano que tiene delante. Sin embargo es un momento de enaltecimiento de los pequeños morianos que logran abatir a un Númenóreano en lucha directa, y ven cómo su jefe, Dûrburz da cuenta de otro. Además un orco enemigo también es eliminado. Por el flanco izquierdo de ese ataque caen dos morianos, claro que Bölgog en un ataque de ira logra decapitar a un enemigo sin miramientos.
TURNO SÉPTIMO
Dûrburz se ha percatado que es un momento crucial de la batalla y se adelanta a sus enemigos para lanzarse sobre uno de ellos (Declara Movimiento Heroico tras perder Moria la iniciativa), siguiéndole tres guerreros más.
Sin embargo Shagrat y otros tres guerreros orcos rodean al Troll para intentar darle muerte, además los orcos de Mordor del centro no se amilanan y rodean tanto a Dûrburz como a uno de los valientes que se adelantó.
El flanco derecho del ataque de Mordor ve cómo pierde a tres de sus unidades, por un solo moriano, mientras, en el centro las cosas mejoran al abatir a otros dos, a pesar de que los que han rodeado a Dûrburz no logran amedrentarlo y ven como este magnífico orco de Moria mata a uno de los enemigos que le rodeaban. Y mientras tanto por el otro lado tres morianos caen muertos a manos de sus enemigos, a la vez que el Troll enrabietado lanza su maza y hace retroceder a los cuatro que le rodeaban, incluido Shagrat, que sufre una herida.
TURNO OCTAVO
Moria sigue llevando la iniciativa y siguen luchando (Los tres héroes, Dûrburz, Bölgog e Izco el Vidente pasan los chequeos de valor, debiendo gastar un punto de poder este último).
A pesar de volver a ser rodeado por los orcos de Mordor, el Troll vuelve a lanzar otro golpe de maza y elimina esta vez a tres enemigos, a pesar del efecto favorable de este hecho otro moriano cae a su lado.
El Mariscal Negro logra matar a Izco con muchísimas dificultades (gasta un punto de poder para conseguirlo), por su parte en el centro Dûrburz sigue con su particular lucha y vuelve a matar a un Númenóreano negro, del cual no tiene la más mínima piedad rematándolo cuando éste cae al suelo, envalentonadas sus tropas otro orco mata a un orco de Mordor. Y en el flanco derecho un rastreador es eliminado.
TURNO NOVENO
Los de Mordor con Shagrat a la cabeza se anticipan a Moria (Empate en la tirada de iniciativa, pasando a Mordor), pero Dûrburz, curtido en mil batallas carga antes contra un Númenóreano (Movimiento Heroico del Rey de Moria). En el flanco izquierdo cuatro orcos salen despavoridos ante la visión de la derrota.
El Troll vuelve a estar rodeado de enemigos, en esta ocasión el Mariscal Negro tras haber matado al chamán va en ayuda de Shagrat y junto a un guerrero rodean a la bestia gigante, sin embargo el Troll una vez más hace uso de su maza y aunque no logra herir a ninguno sale vencedor del enfrentamiento. Dos efectivos más de Mordor pierden la vida, uno de ellos a manos de Dûrburz.
Llegado este momento, y a pesar del número de enemigos que han caído Dûrburz decide replegarse y manda a Bölgog que sus pocos efectivos que siguen en pie retrocedan hasta el bosque para reorganizarse, el Troll lanza dos mazazos al aire y retrocede con ellos.
Por su parte Shagrat sabe que ha ganado, pero no las tiene todas consigo de cara a perseguir a los vencidos, ya que en el profundo del bosque, y debido a la mejor visión de los morianos en la oscuridad puede salir mal parado de comenzar la cacería.
El resultado final deja a Moria con siete orcos, Dûrburz, Bölgog y el Troll, mientras en el bando de Mordor han sobrevivido Shagrat, su portaestandarte, el Mariscal Númenóreano Negro, así como dos de sus secuaces, cinco orcos y seis rastreadores.
Victoria marginal al final de la partida para capitanmanu al haber eliminado más unidades del contingente moriano que karavatis de los de Mordor. Sin embargo, y a pesar de ello ambos deciden que la figura de la partida ha sido, sin duda, el Troll de Moria, que ha conseguido zafarse hasta tres veces de estar atacado por varios enemigos, incluidos Shagrat y un Mariscal Númenóreano Negro en una ocasión, y salió airoso de todos los envites.
Y esto es todo desde el campo de batalla, esperamos que pronto haya más noticias de Dûrburz, Bölgog y el Troll de Moria.
Quièn ese que se ve con un hacha enorme, es una transformaciòn de Shagrat?.
Saludos
Viva Dûrburz y el gran troll!!!!!!!!!!!!!!!!
Un saludo.
P.D. como se nota que mi ejercito es moria
m gusta cuando pelean orcos entre si
jejeje
:wink:
Me alegra que os gustara la partida y el informe. Este es solo el comienzo de una Campaña por toda La Tierra Media
Felicidades a karavatis por su eleboración... cuando quieras te doy la revancha
Nunca creí que me gustarían tanto las batallas entre el mal!! Están buenísimas!