Sicarius nos enseña en este artículo cómo decapar miniaturas con liquido de frenos para poder pintarlas de nuevo a nuestro gusto.

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Con el incremento del mercado de segunda mano a la hora de comprar aquellas miniaturas que nos faltan en nuestro ejército, nos encontramos con que gran cantidad de ellas vienen pintadas, por lo que es necesario realizar un proceso de decapado para poder pintarlas de nuevo a nuestro gusto.
Muchos usuarios suelen preguntarse cómo pueden decapar sus miniaturas sin que éstas se vean afectadas por el producto decapante, sobre todo cuando hablamos de miniaturas de plástico y resina. Para eliminar la pintura, usaremos líquido de frenos, un ácido que quita la pintura de la miniatura sin alterar las propiedades del plástico/resina.

MATERIALES NECESARIOS

• Miniaturas pintadas
• Líquido de frenos DOT4 (Department of Transportation) adquirido en Carrefour
• Frasco de cristal o plástico
• Superficie impermeable
• Cepillo de dientes
• Jabón para lavavajillas
• Colador
• Agua
• Cuchilla de modelismo (opcional)

 

PRECAUCIONES - MUY IMPORTANTE

El liquido de frenos es un producto potencialmente peligroso por su elevada toxicidad aún en pequeñas cantidades. Al manipularlo deben utilizarse guantes ya que puede irritar la piel. Si eres menor no manipules este producto sin la supervisión de un adulto.

PROCESO

En este artículo se ha utilizado un pequeño frasco de cristal en el que cabe una miniatura cada vez. Además, para evitar que el líquido de frenos que haya podido salir por accidente dañe la superficie de trabajo, se ha usado una superficie impermeable.

Para comenzar con el decapado, introducimos la miniatura en el frasco y vertemos el líquido de frenos hasta que quede completamente cubierta, cerrando a continuación el frasco con la tapadera.

Dejamos reposar durante 6-7 horas, dependiendo de lo gruesa que sea la película de pintura y/o si está imprimada, para que el líquido de frenos haga efecto.

Una vez transcurrido ese tiempo, sacamos la miniatura y la introducimos en un recipiente con agua, donde se eliminará el líquido de frenos que aún quede en la miniatura y se procederá con el cepillado de la miniatura usando un cepillo de dientes y jabón de lavavajillas; con gran facilidad comprobaremos cómo la pintura se elimina de la figura sin realizar mucho esfuerzo (evitando que se rompan aquellas partes más frágiles de la miniatura).
Si, tras el decapado, queda aún bastante pintura en la miniatura, se puede volver a sumergir la miniatura en el líquido de frenos durante 30-45 minutos más una vez se haya secado bien la miniatura (evitar mezclar agua con el líquido de frenos, ya que deteriora las propiedades de éste).

Una gran ventaja del líquido de frenos con respecto a otros productos, como la acetona, es que puede usarse muchas más veces antes de perder su poder decapante. Con el fin de poder reutilizar el líquido de frenos, hemos empleado un colador para evitar que se cuele pintura en el bote donde se ha vertido el líquido usado para guardarlo (usar un bote de cristal o un bote de plástico similar al del recipiente original).

CONCLUSIONES

De las pruebas que se han realizado, he variado el tiempo de exposición de la miniatura al líquido de frenos, ya que muchos tutoriales apuntaban a que el tiempo óptimo era de 24h; estos tiempos han ido disminuyendo desde las 24h, pasando por las 12h y finalmente por las 6-7h.
Cuando se expuso a 24h, la superficie de la figura presentaba cierta rugosidad, perdiendo parte del detalle de la miniatura.

Al utilizar el líquido durante 12h, la miniatura ya no presentaba esa rugosidad, pero sí que tenía ciertas manchas blanquecinas en el exterior muy fáciles de eliminar con una cuchilla.

En el experimento de 6-7h, la miniatura perdía el 90-95% de la pintura, siendo la pintura metálica y la imprimación las más resistentes, pudiéndose eliminar con una cuchilla.

Todos los ensayos se han realizado con miniaturas de plástico. A la hora de aplicar el producto en una miniatura de metal, no existe problema alguno, por lo que es perfecto para usarlo en este material.

Cuando se utilicen miniaturas de resina, el proceso será idéntico, pero hay que tener especial atención con aquellas partes de la figura que sean más finas, puesto que al usar el líquido de frenos se reblandecen un poco, por lo que al utilizar la cuchilla para quitar la pintura de los huecos más profundos hay que tener más cuidado si no se quiere perder detalle.

En esta foto se puede observar dos fragmentos de una matriz de resina, una de ellas sin ser alterada (superior) y otra con tres capas gruesas de pintura blanca (inferior), para simular una miniatura con una capa gruesa de imprimación.

Pasadas las 6 horas, se puede observar la diferencia que hay entre una matriz de resina sin alterar (superior) y una tras el proceso de decapado (inferior).

NORMAS DE USO

Debido a que el líquido de frenos es un potente tóxico, los recipientes y frascos utilizados en el decapado de miniaturas no deberán de usarse nunca para almacenar alimentos, ya que es un producto muy tóxico incluso en pequeñas cantidades.
A la hora de manipular el líquido de frenos, se deben proteger las manos con guantes, ya que puede irritar la piel. En caso de entrar en contacto con los ojos, lavar con abundante agua hasta que desaparezcan las molestias.